Desde el momento en que las luces bajaron en intensidad y un denso humo comenzó a ocupar el escenario del Teatro Leguía, quedó claro que la noche sería mágica. Armados tan solo con sus instrumentos de cuerda y una sincronía envidiable, los Hermanos Gutiérrez repasaron en Lima el repertorio musical que les ha valido el reconocimiento de la crítica especializada a nivel mundial.
En medio de una larga gira que los llevará por casi todos los continentes, Alejandro y Estevan trajeron intacto a Perú el mismísimo sonido que capturó a las audiencias del Tiny Desk y el Austin City Limits el año pasado. Así, la misma atmósfera se hizo presente: aquellos arpeggios únicos, capaces de evocar imágenes de un film spaguetti western en la imaginación de sus oyentes, empezaron a sonar.
El concierto inició con “Lágrimas Negras” y “El Fantasma”, como provisionando la justa dosis de misterio para escuchar los relatos que el duo quería compartirnos esa noche. Historias para las que no se necesitan palabras -claro está- sino solo un par de guitarras y el silencio absoluto del recinto. Tras un mágico arranque, el público estaba decidido a revivir el mito del duo ecuatoriano-suizo una noche más.
Al poco rato, Alejandro comentaba sobre el inmenso orgullo que siente por las influencias que ha heredado de una larga tradición de músicos latinoamericanos. En línea con ello, comenzó a sonar “Hijos del Sol”, tema inspirado por las vivencias del duo en el desierto de Sonora en México. Una canción qué además fue el sencillo principal del álbum que estrenaron en 2022.
Con el pasar de los minutos, la química entre Alejandro y Estevan era palpable. La música evolucionaba de forma natural al ritmo del compás que llevaban con sus cuerpos. Alejandro entonces se entusiasmaba al compartir como “Cumbia Lunar” era un homenaje a la cumbia psicodélica peruana. “Pronto tendremos novedades con los Mirlos”, nos anticipaban esa noche.
Más adelante, los Hermanos Gutierrez nos compartirían también las historias detrás de “Sonido Cósmico” (un intento por elevar su música hacia el universo) y “Tres Hermanos” (compuesta en conjunto con el frontman de Black Keys). Temas que poco a poco nos irían introduciendo al final del setlist de esa noche. El concierto organizado por Veltrac Music (que sigue anotándose grandes eventos) fue llegando a su fin y el “portal” creado por el destacado duo instrumental comenzó a cerrarse.
La ovación final del público fue un testimonio claro del talento que pudimos presenciar la noche del último miércoles y la sonrisa cómplice que se extendía entre los asistentes al salir parecía atesorar en secreto la experiencia que Alejandro y Estevan nos acababan de regalar.
